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Quienes están cerca de la artesanía saben que el problema histórico de los artesanos ha sido la comercialización -tener espacios de venta-, además de la informalidad del sector, que los hace muy vulnerables. Por eso si hay algo que el equipo de Artesanías de Chile tiene claro es que los artesanos siempre necesitan apoyo. Pero desde el pasado 18 de octubre se han visto tremendamente afectados por la falta de espacios comerciales; prácticamente todas las ferias de artesanía, tanto en Santiago como regiones -y para las que se preparan durante el año, porque estas se concentran el segundo semestre- se suspendieron. Eso ya había sido un gran golpe. Esa crisis se agudizó con la pandemia, donde además el turismo, que también es una fuente de ingreso, bajó a cero.
Por eso en marzo, cuando como fundación nos vimos enfrentados a cerrar las tiendas, decidimos diseñar una estrategia para mitigar la crisis. Uno de sus tres pilares es la campaña comunicacional “Unidos por los artesanos” que por medio de un comercial busca empatizar con la realidad de los artesanos y llevar a valorar y a comprar artesanía. Esta campaña durará hasta fin de año y tendrá diferentes acciones asociadas: la primera es la que lanzamos este 18 de agosto que celebraremos el Día de la Solidaridad con el lanzamiento de una línea de Artesanía Solidaria, una línea comercial fue concebida para beneficiar a un grupo significativo de artesanos pertenecientes a localidades emblemáticas. Partiremos con Quinchamalí, donde 31 artesanos hicieron 465 chanchos alcancía de 12×9 cm que serán vendidos con un empaque especial que puedes encontrar aquí. Cada uno llevará el nombre del artesano que lo hizo.
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Para que los chanchos llegaran a tiempo para el lanzamiento, un equipo de Artesanías de Chile viajó del 12 al 15 de agosto a Quinchamalí para visitar a los 31 artesanos que participaron en esta línea.
Además de realizar la primera compra en terreno del año para los artesanos de esta localidad -que pronto estarán en nuestra tienda online- cargaron una enorme camioneta con las cajas que guardan los chanchos alcancía y que fue ilustrada por Michael Rojas, diseñador de 30 años, nacido en Quinchamalí, nieto de artesanos y quien, después de haber trabajado por años en agencias de diseño en Santiago, regresó a la localidad alfarera donde hoy desarrolla trabajos creativos con cultores alfareros.
Michael reconoce que la campaña “del chancho solidario”, le ha permitido relacionarse de otra manera con los artesanos del lugar donde creció y a quienes, si bien conocía, asegura que hoy valora de otra manera.
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La alfarera de Quinchamalí Cecilia Montti junto a sus chanchitos alcancía para la campaña Artesanía Solidaria.
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“Hacer este chanchito significó retomar el trabajo (…). Con eso empezamos la reactivación de nuestro trabajo”, dice la artesana Mónica Venegas, quien en la foto aparece sosteniendo la pieza llamada «Mujer Alfarera», con la que ganó el Sello de Excelencia a la Artesanía en 2017.
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A su vez, los artesanos han visto en él un nexo para unir a las artesanas con una nueva generación. Y ven en esta nueva línea una oportunidad de visibilizar Quinchamalí, su oficio como artesanos y la necesidad de apoyo que tienen por estos días.
“Hacer este chanchito significó retomar el trabajo y darme ánimo para seguir trabajando. El equipo de Artesanías de Chile llegó a Quinchamalí a buscarlos y con eso empezamos la reactivación de nuestro trabajo”, dice la artesana alfarera Mónica Venegas, una de las 32 artesanas que crearon chanchos alcancía para la campaña Artesanía Solidaria. Ganadora del Sello de Excelencia a la Artesanía 2017, comenta este es el primer pedido desde que comenzó la pandemia.
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Las hermanas Corina y Laura Carrasco son parte de los 32 artesanos y artesanas de Quinchamalí que se verán directamente beneficiados por la venta de los chanchitos alcancía de la campaña Artesanía Solidaria.
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